En el año 1990, las 10 compañías más grandes del S&P 500 solo incluían a una empresa de tecnología. Hoy en día, 4 de las 7 compañías más grandes en esta bolsa son empresas de tecnología que iniciaron siendo startups.
Podemos decir que el paradigma de la creación de valor ha pasado de los inversionistas del mercado bursátil público (Bolsa de Valores) a los inversionistas del mercado privado (Ángeles, VC, Private Equity). Los inversionistas privados que invierten en una etapa temprana en empresas o startups están viendo retornos exponencialmente más grandes en sus inversiones que las del mercado bursátil tradicional.
Este cambio en la creación de valor es el resultado de la maduración de los mercados privados. En la actualidad, los startups pueden levantar una ronda de hasta $1 o $2 billones, eliminando incluso la necesidad de entrar al mercado público para recaudar capital. Esta modalidad de financiamiento permite que los startups busquen la maduración de su negocio/valor antes de iniciar una IPO (oferta pública inicial).
Hace dos décadas, las firmas de venture capital (VC’s) en la conocida locación de Sand Hill Road, en el corazón de Silicon Valley, levantaban fondos de aproximadamente $500 millones y así invertían alrededor de un millón de dólares en 40-50 empresas. Al ser de las pocas fuentes de financiamiento para los emprendedores en tecnología, estas firmas operaban bajo sus propios términos y reglas.
Hoy en día, el atractivo de este negocio ha creado nueva competencia a lo largo de la cadena de inversión, emitiendo una enorme presión sobre el modelo tradicional. Los inversionistas ángeles se han organizado bajo conglomerados que les permite invertir en rondas más allá de la edad temprana de los startups. Al mismo tiempo, los fondos públicos (mutuos, pensiones, etc.) entraron a competir en las últimas rondas del proceso de maduración.
Esta presión multilateral del mercado ya no le permite al VC invertir en todas la rondas de capital y por lo tanto han tenido que escoger un nicho en el cual especializarse. Ciertos VC’s, por ejemplo, están levantando fondos de $2-$4 billones y escribiendo cheques de $100 millones; mientras que la gran mayoría de los VC’s están invirtiendo en startups en etapas aún más tempranas, esto dado que la serie semilla o la serie A (primera ronda que sigue a la inversión semilla) siguen teniendo el mayor retorno sobre la inversión y no requieren de tanto capital.
Se estima que este ámbito de inversión evolucione aún más conforme la tecnología y las leyes de inversión se vayan revolucionando. El espacio de inversión en línea está creciendo de forma exponencial y se estima que genere aún más presión sobre los mercados privados. Por ahora, podemos esperar muchos cambios, al igual que nuevas fuentes de financiamiento en el futuro.
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